domingo, 25 de noviembre de 2018

"ÉTICA EN LA TECNOLOGÍA"

El desarrollo de la inteligencia artificial (IA) es otra área importante merecedora de una cuidadosa reflexión. Cada vez más, se recurre a la IA para realizar trabajos que los humanos ya pueden realizar. En el sector manufacturero, por ejemplo, los robots están asumiendo las tareas repetitivas que antes realizaban los trabajadores de la línea de producción. Podemos contar con que el uso de la IA para estas tareas se extenderá a muchas otras áreas. Esto significa que tenemos que pensar en cómo desarrollar una sociedad con menor necesidad de trabajo humano, pero que capte los beneficios de la productividad y los transfiera a las personas –quizás mediante algún modelo de renta básica universal– de una manera que satisfaga su necesidad de sentir un propósito. Este será un reto muy difícil.
Algunos observadores creen que el desarrollo de máquinas superinteligentes, significativamente más inteligentes que los humanos, es inminente. ¿Qué significará eso para el futuro de la humanidad? ¿Decidirán estas máquinas superinteligentes que están mejor sin nosotros? Esa alarmante perspectiva sería una tragedia de proporciones inimaginables que pondría fin a miles de millones de años de existencia en el planeta y la pérdida de todo el potencial de las futuras generaciones de seres humanos. ¿Deberíamos, entonces, centrarnos en reducir, en la medida de lo posible, el riesgo de extinción humana? ¿O tendrían estas máquinas superinteligentes –si estuvieran dotadas de conciencia– un valor intrínseco, equivalente o incluso superior al nuestro? La mayoría rechazará esa sugerencia; pero quizás tengamos una inclinación innata a favor de nuestra propia especie. Ciertamente tenemos que reflexionar más sobre esta perspectiva.
Se nos presentan muchas interrogantes en el camino hacia este nuevo futuro tecnológico. Y hay muchas incógnitas. Abrigo la esperanza de que utilizaremos la tecnología para lograr una vida mejor para todos de un modo más equitativo que ayude a los más desfavorecidos. Es ahí donde podemos hacer el mayor bien.

Edwin Jesús Lazaro Meza

1 comentario:

  1. Ser ético no solo es ser libre, sino ser responsable. Los seres humanos debemos aprender a usar las capacidades que tenemos para lo positivo, para mejorar, pensando en lo colectivo no solo en lo propio o individual. Hay que desarrollar lo mejor de uno mismo.

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